Hacía ya semanas que no aparecía por aquí, pero por fin me he decidido a sumar una entrada más al blog, dado que las cosas últimamente han ido evolucionando a mejor. A día de hoy aún arrastro unas leves molestias en el aductor, fruto de la rotura producida a principios del mes de abril, pero que no suponen un impedimento para haber iniciado hace cuatro semanas los entrenamientos de cara a la preparación de algún triatlón olímpico este verano.
Descolgada la bici y ya sumando kilómetros, con varias horas dentro de la piscina y con algunos entrenos de running me decidí a participar este fin de semana en la que, según su web, es el triatlón más duro del mundo, el Astromad, en Robledo de Chavela, Madrid.
La idea era disfrutar de la prueba, yo participaba en la distancia sprint y acompañando a una persona muy especial a la que desde aquí le mando un abrazo enorme. Lo cierto es que tras más de un año sin participar en un triatlón, me divertí muchísimo, no sé ni el tiempo empleado ni la posición, era lo de menos, pero sí sé que he recobrado la motivación y las ganas de seguir y disfrutar de este mundillo tan maravilloso.
Hombre, Carlos, eso está muy bien y me alegro. Otra vez a coger con ganas esto que tanto quebradero de cabeza nos da en ocasiones. Pero si sirve para recuperar la ilusión, bienvenido sea.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muy bien!!! Animo chavalote q esto ya esta hecho!!! Me alegro un monton!!! :-)
ResponderEliminarEso es bueno, empezar de nuevo y sumar entrenos y competiciones, siempre disfrutando.
ResponderEliminarUn saludo
Ole tú! Lo suyo es disfrutar. Ya me contarás!
ResponderEliminarEso es lo mas importante Carlos, recuperar las ganas y la ilusión.
ResponderEliminarPor cierto, era tan duro como decían?
Saludos y a ver si coincidimos en algún triatlón este verano por Bcn