¿Por qué triatlón?

Hablando a veces con conocidos y amigos sobre cual fué la razón que me llevó a 'meter las narices' en el mundo del triatlón, a día de hoy no lo tengo del todo claro. Aún sigo buscando el motivo principal, aquello que me llevó a la locura de aprender a nadar, a echarme a la carretera con una bicicleta, además de correr, que es lo que venía haciendo en los últimos años. Una especie de apuesta con Óscar en un viaje a Madrid, creo recordar, fué la chispa que acabó encendiendo la idea. Además de eso, llevaba cuatro o cinco años corriendo carreras populares y quizás necesitaba añadir alicientes después de algún tiempo disfrutando 'solamente' de correr. Debo reconocer que soy culo de mal asiento y constantemente necesito retos motivadores para seguir adelante. Sin duda, plantearse la idea del triatlón era altamente motivador, incluso al principio yo mismo dudé de mi capacidad para superar este reto personal que me había propuesto. Como a mucha gente le pasa, la natación no había por donde cogerla, me sentía como un pato mareado y dudaba seriamente de poder salir airoso del tramo de natación en una competición de triatlón. Añadiendo que nadie me obligaba a nada y que no tenía la necesidad de hacerlo, algunos me decían que estaba loco, que para qué tanto jaleo y tanta complicación... con lo fácil que es salir a correr y ya está!!! Razón no les faltaba, esa es la verdad. Pero como soy más terco que una mula, y cabezón donde los haya, no desistí en conseguir el reto que yo mismo había lanzado al aire. Meses después ya veis dónde estoy.

Todo este sermón viene porque el otro día hurgando en los entresijos de Youtube, encontré un vídeo de la escuela argentina de triatlón, en el que se explica que todo el mundo tiene motivos para hacer deporte, en este caso triatlón, y que por muy duro que sea, por todos los contratiempos que nos podamos encontrar y por todo el sufrimiento que uno pase en entrenamientos y competiciones, eso sin duda, es señal de que estamos muy vivos. Aquí os dejo el vídeo por si le quereis echar un vistazo. Un saludo!