2010, un año para repetir

Estamos llegando al final de 2010 y me preguntaba a mí mismo cuántas horas de entrenamientos y competiciones habría invertido durante todo el año. Sinceramente, de las empleadas en los entrenamientos no tengo ni idea, varios cientos. Ha habido momentos buenos y otros no tanto, días en los que me hubiera quedado en casa, lluvia, frío, viento, calor... pero ha valido la pena. La satisfacción de haber ido superando retos no tiene precio. En octubre de 2009, hace poco más de un año, me compré mi primera bicicleta de carretera, una Orbea Onix, con la intención de, en unos meses, iniciarme en el mundo del triatlón. A la par que me compraba la bici, me apunté a la piscina de mi pueblo y, evidentemente, me compré un bañador de piscina que no tenía. Esto que parece tan obvio, para mí no lo era, puesto que yo nunca me había planteado ir a una piscina, odiaba nadar, así de sencillo. Siete meses después estaba disputado la Half Challenge de Calella, una triatlón de distancia medio Ironman, acabando en 4h 44'. Para mí supuso una enorme satisfacción cruzar la meta y pude celebrarlo con los familiares y amigos que quisieron acompañarme. Creo que todos lo pasamos realmente bien. 

Al acabar la Half Challenge

Nada me hacía pensar que días después me plantearía el reto de terminar mi primer Ironman, 11 meses después de comprarme la Orbea y apuntarme a la piscina. Pero así fué y el 3 de octubre acabé la Challenge del Maresme en 11h y 42'. Ese día fue especialmente emotivo, no sólo por poder terminar un reto que me parecía imposible un año atrás, también por una cuestión personal, iba dedicado a un personajillo que nos había dejado en el mes de julio.

Con la Orbea en la Challenge

Y entre tanto, dos duatlones de carretera y dos triatlones sprint fueron sumándose a mi corta experiencia en el mundo del triatlón. También participé en diez carreras de atletismo en ruta, entre ellas, la mitja marató de Granollers o la Cursa de Bombers donde conseguí mi mejor marca personal en 10km (36' 50'').

Llegando a meta en la 1ª Collbatonina

Sin duda alguna, el 2010 ha sido un buen año deportivamente hablando y sólo espero que el 2011 sea, por lo menos, igual de gratificante que lo ha sido este y que vosotros podais verlo.